PALACIO DE JUSTICIA…
Para el ejercicio de memoria del Palacio de Justicia proponemos un trabajo centrado en las narrativas testimoniales. Pero antes, regresemos a las ACTIVIDADES GENÉRICAS y retomemos este ejercicio aplicando las tres partes: periodismo e investigación, acercamiento a las diferentes narrativas y producción de nuevas narrativas: cuento el cuento. “Vivir sin los otros” es una alusión a la novela del escritor Fernando González Santos publicada en el 2010, con motivo de la conmemoración de los 25 años de la toma; el relato ofrece una perspectiva desde los familiares de empleados de la cafetería desaparecidos en los hechos del 6 y 7 de noviembre de 1985. Asimismo, se acude a apartados de textos como Las horas secretas (1990) de Ana María Jaramillo –novela escrita desde la voz de la compañera sentimental de Alfonso Jacquin, uno de los guerrilleros desaparecidos en la toma fallecida dos años después de los eventos del Palacio– y Noches de humo (1988) de Olga Behar –una narración que oscila entre la novela testimonial que expone la voz de la única guerrillera sobreviviente de la toma y la crónica periodística–. Adicional a estas, se encuentra una de las publicaciones más recientes que puede resultar de gran utilidad para el trabajo con jóvenes, se trata de la novela gráfica Los Once. Como un cuento sin hadas (2013).
En 1979, cuando la presión internacional de los organismos de Derechos Humanos se hacía sentir en Argentina, Jorge Rafael Videla, quien para entonces formaba parte de la Primera Junta Militar, ofreció una explicación escalofriante sobre la desaparición “Es una incógnita, un desaparecido. No tiene entidad, no está. Ni muerto, ni vivo. Está desaparecido”.
Desaparición
Vivir sin los otros, vivir nosotros...
El abordaje propuesto muestra las narrativas mencionadas –y otras que se integran al ejercicio en el trabajo intertextual– como una posibilidad de aproximación al acontecimiento desde la cual se interpela la emotividad de los sujetos y se promueve la empatía configurándose en una provocación a saber más. Desde la perspectiva de las víctimas quienes, como los familiares de los desaparecidos, han devenido en sujetos políticos en medio de la búsqueda de la verdad y de la reivindicación de los derechos humanos, o de las voces que ponen en escena Ana María Jaramillo y Olga Behar a partir de las cuales se reivindican las subjetividades, los idearios y los móviles políticos de los miembros de la organización subversiva M-19 en el marco del contexto socio-político de la Colombia de las décadas de los setentas y ochentas.
Esto no impide, sin embargo, situar los relatos en una red de narrativas que subyacen al acontecimiento del Palacio de Justicia, como relatos que aportan miradas particulares del evento: la de las víctimas, la de los protagonistas del evento y la de quienes se han involucrado en el oficio de contar la historia, todos y cada uno de ellos como parte de y en respuesta a las características de un momento histórico específico.
El drama de la desaparición es intenso en dolor y extenso en el tiempo, supone la incertidumbre del paradero y de la suerte y la imposibilidad del duelo. Es un tema socialmente complejo para su elaboración. La literatura y la música han puesto en palabras algo de lo que puede significar…
Voy con ese muerto encima, mejor dicho adentro, y no sé dónde enterrarlo…
No era seguro que estuviera muerto
(Ana María Jaramillo, Las horas secretas)
Madres muy desesperadas cocinaban y planchaban
hoy sus hijos son caníbales fantasmas
Los cadáveres se guardan o se esconden en el río
en palacios de memoria ensangrentada
…
Hoy la casa de mi infancia ya no existe ni hace falta
yo la llevo bien adentro en mis entrañas
toda llena de colores y de desapariciones
muy tempranas, muy profundas, muy amargas
(Fito Páez, La casa desaparecida)
¿Adónde van los desaparecidos?
Busca en el agua y en los matorrales.
¿Y por qué es que se desaparecen?
Porque no todos somos iguales.
¿Y cuándo vuelve el desaparecido?
Cada vez que los trae el pensamiento.
¿Cómo se le habla al desaparecido?
Con la emoción apretando por dentro.
(Rubén Blades, Desapariciones)
